The kids are all right (2010)

En principio me pregunto ¿por qué ese comienzo? ¿Es significante para la película, o quizás sólo para el título presentar a Laser y a Joni, los hijos del matrimonio lésbico?
La película empieza con una escena vertiginosa -para lo que es el ritmo del resto de la película-, centrada en dos personajes de los cuales uno es prácticamente irrelevante y el otro queda en plano secundario (pero es el hijo). La siguiente escena presenta a la hija con su amiga rarita que 'sexualiza todo' y su amigo con el que comparte juegos de mesa.
Bien, ¿qué dicen esas relaciones que los hijos tienen con sus respectivos amigos? En el desarrollo de la trama, poco. No aporta a la historia la presencia de la excéntrica amiga de Joni, su tímido amigo y su borrachera. La escena en la que Laser filma a su amigo saltar de un techo, ¿a qué viene?
Hay unas cuantas escenas de relleno que no se articulan necesariamente con la trama. Usan algunas excusas no muy elaboradas para sumarle unas pizcas de tensión, o de conflictos cotidianos. Pero lo cotidiano, en una película, difícilmente funcione si la cotidianidad presentada es azarosa. El azar no sustenta (a menos que esté exagerado y esa sea la intención) la unidad del film, no le da cuerpo ni personalidad.
Annette Bening, no hay duda, es una excelente actriz y se lleva la película por delante. Hace su parte Julianne Moore, que está muy bien. Mark Ruffalo no nos resultó muy creíble en ese papel de pendeviejo canchero que parece que actuara como si pasara un tren.
Decíamos lo del título porque, de nuevo, ¿cuál es la idea de ese título? Parecía, a primera vista, otra remake de Stanno tutti bene, pero no. Quizás la idea fue insinuar que los chicos son los únicos que están bien, pero es un poco floja la idea para titular una película que progresivamente deja de lado a los chicos.
Nos preguntamos, ya que la nominaron como mejor película al Oscar, ¿por qué? Habiendo visto tantos otros dramas familiares del estilo y algunos mucho más audaces, no se explica. The kids are all right usa a dos buenas actrices para contar una historia con poca profundidad de los personajes, ningún símbolo cinematográfico, escenas irrelevantes tras una cámara que poco dice (todo como se espera: prolijidad estática pero con muchos planos y bastante diálogo superficial, aleatorio). La excepción está en una sola escena en la que el personaje de A. Bening se abstrae de la realidad, se "abisma" y un silencio interno invade el film. No es un recurso nunca visto, pero es más que lo que se presenta en el resto de las escenas; y no llega a responder nuestra pregunta. ¿O será que queda bien nominar a una película gay friendly?
Pero tampoco en la película se profundiza el tema de la homosexualidad. Todo es natural y políticamente correcto... Hasta que el hijo del matrimonio responde un "¿qué? ¿pensaron que era gay?" con su mejor cara de horrorizado. O sea, no digo nada si el otro es así, está bien, pero ni se les ocurra pensar que yo puedo serlo. Por el amor de dios, no.

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