Pero la moda de Hollywood parece más bien una estrategia para robarle las historias y los espectadores a otros países, porque se hacen a nivel industrial (por cantidad y por la calidad) y toman películas de reciente lanzamiento.
Vanilla Sky, de Cameron Crowe, por ejemplo, fue estrenada en el 2001, y no tiene grandes diferencias con repecto a la de Amenábar, Abre los ojos, que se estrenó en España en 1997 y en EE.UU. en 1999 (o sea, sólo 2 años antes). Tomando en cuenta los tiempos de filmación y producción, es posible que no haya pasado ni 1 año desde que Crowe (o algún productor) decidiera realizar una versión más atractiva para el público estadounidense. El problema sería el idioma, y/o Eduardo Noriega, porque no solo la historia y la puesta en escena son muy parecidas sino que hasta la actriz principal (Penélope Cruz) es la misma en las dos versiones. Como este caso hay muchos, y cada vez más. Sin ir más lejos, The Departed (2006), que ha tenido gran éxito y aceptación generalizada, es un remake de Mou gaan dou (Hong Kong, 2002).
Ahora vimos Brothers, estrenada hace poco en Argentina, que es un remake de la película danesa Brødre (2004). Una rápida introducción:
Sam (Tobey Maguire) es un Capitán de la infantería de marina estadounidense y su hermano Tommy (Jake Gyllenhaal) está recién salido de la cárcel luego de haber intentado robar un banco. La valoración humana que estos roles le significan a su padre (un infante de marina retirado) es básicamente lo que representan para la sociedad en Estados Unidos y para gran parte del mundo: Sam es un héroe que defiende su patria, Tommy es apenas una basura inservible. Se observa una obvia tensión en la cena familiar que recibe a Tommy de la cárcel y al mismo momento despide a Sam que emprenderá una misión en Afganistán, Irak o alguno de esos lugares que Estados Unidos ha invadido en las últimas décadas para defender la propia patria y la libertad en territorio ajeno.
En ausencia de Sam, Tommy comienza a ayudar
Entre Brothers y Brødre se observan una gran cantidad de escenas casi calcadas. Hay algunos cambios intrascendentes en la versión estadounidense que no están justificados en la narrativa y otros que modifican levemente la resolución de la historia. Redujeron, por otra parte, unas cuantas escenas que si bien no son la mayor parte, son partes significativas que le agregan profundidad, tensión y sentido a la película. Brothers escamotea varias cosas: en primera instancia, la relación entre los dos hermanos no está desarrollada, y por lo que decide mostrarse hacia el final, sería necesario que hubiera una reconstrucción del vínculo para que tenga para el espectador la importancia que parece tener en la trama. Por otro lado escamotea en la relación entre la mujer de uno y su hermano, lo cual será uno de los conflictos claves de la película (el otro conflicto clave es el que tiene Sam consigo mismo). También se olvida de los tiempos y los silencios que ofrece la versión danesa.
Más allá de la comparación y el hecho de que conceptualmente resulta un robo del arte por el dinero, el film carece de elementos para describir con totalidad las relaciones humanas que lo componen y lo sustentan. En cuanto a las actuaciones, Maguire engaña con gritos y cara de loco, pero no convence del todo. Gyllenhaal, a nuestro entender, tiene menos pinta de rudo presidiario que heidi. Portman tiene algunos aciertos, pero su papel es bastante malo.
Terminando. Se hace un intento de mostrar los efectos psicológicos de la guerra sobre los hombres, aunque más que la invasión o la profesión militar el malo de la película es el talibán salvaje que tortura física y psicológicamente al buen samaritano que defiende la libertad de los pueblos.
En la danesa el Capitán vuelve no sólo loco sino violento, y se pronuncia contra las cosas, contra su hermano y hasta contra su mujer. Jim Sheridan, el director de Brothers, en cambio, decide mostrar al héroe de guerra con un ataque de ira que no se termina expresando directamente contra ninguna persona; esto puede hablar, también, de la construcción del héroe 'americano'. Quedaría mal que, por más tortura que haya sufrido, golpee a su esposa, intente estrangularla o le grite desaforadamente que va a matar a todos. No, como dice una de las hijas del Capitán, el soldado "sólo le dispara a los malos".
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susanne bier (L)
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