500 days of Summer (2009)

Si hay algo que se nota sin esfuerzo en este film son los orígenes de filmación del director Marc Webb. 500 days of Summer (2009) es la primera película que dirige, pero tiene mucha experiencia y renombre en el mundo de los videoclips. Esta experiencia se ve con claridad en la construcción fragmentada de la película, que posee incontables y diversos recursos para la puesta en escena.
Una de las primeras cosas que elige decir el director es que la película, resumida en pocas palabras, es una historia de un chico que conoce una chica. Simple. Lo dice un narrador introduciendo la historia, a los personajes y de alguna manera también introduciéndose a sí mismo, ya que tendrá algunas apariciones más. Es un narrador externo, que conoce el pasado y los sentimientos actuales de los personajes desde su calidad de observador teórico, meticuloso y casi científico. También adelanta que la película no relata una historia de amor, y en el poster se aclara: es una historia sobre el amor. Este narrador aparenta ser el director mismo que se ha metido en estos momentos en el film, sacándole un poco de protagonismo a quien contará el resto de la historia: Tom.
En tanto es la primera película de este director, uno puede pensar que, como los dedicados estudiantes de cine, utiliza todos los recursos que conoce de una manera a veces excesiva. Sí, Marc Webb tiene aciertos muy interesantes en su puesta en escena pero también utiliza algunos recursos de manera injustificada y arbitraria. A saber.
La película tiene tres comienzos: el primero corresponde al narrador explicando las posiciones de los protagonistas (Tom -Joseph Gordon Levitt- y Summer -Zooey Deschanel-) con respecto al amor; por qué uno es un romántico y la otra es una perra desalmada. El simbolismo que explica en esta instancia la indiferencia (y descreencia) de Summer hacia el amor es interesante pero en palabras se vuelve redundante. Ayuda, sin embargo, a construir la profundidad de los personajes.
El segundo comienzo es un videoclip de relleno que sirve de excusa para poner el tema "Us" (Regina Spektor), pasar los títulos que nada dicen y una estética de imagen partida que son absolutamente arbitrarios e inconexos. Las imágenes que vemos no tienen ninguna incidencia en la historia, son minúsculos fragmentos, casi fotos en movimiento, de situaciones comunes de dos chicos que se supone que son Tom y Summer (a determinada edad el chico que hace de Tom a los 10-12 años es el mismo de la primera presentación, pero la Summer no es la misma -malísimo porque la primera se parece mucho más a Zooey Deschanel-).
El tercer comienzo es cuando por fin parece empezar la narración tan esperada. Pero la linealidad o el relato tradicional no dura demasiado. El director juega mucho con la fragmentación de escenas para demostrar que puede haber diferentes lecturas, diferentes perspectivas frente a las mismas situaciones. No solo repite tomas en varios momentos para significar cosas diferentes sino que la idea de mostrar yuxtapuestos los mejores y los peores momentos de la relación contribuyen a que el espectador perciba en todo momento la complejidad del vínculo y del amor, y desde este lugar sus artificios funcionan.
Por otro lado, presenta de manera minuciosa y estudiada a la protagonista femenina, con un manejo especial de la imagen (como una presentación de diapositivas en blanco y negro, con los bordes redondeados y ocupando sólo el centro de la imagen, estética que se repite luego en la imaginación de Tom por lo que se intuye que es él quien relata). Esta narración está justificada por la particularidad de la protagonista: hay un "efecto Summer" que modifica de una manera mística o mágica su alrededor. Insinúa que hay mujeres que tienen esa cualidad, esa capacidad para modificar a los hombres, para engatusarlos de tal manera que caen a sus pies. Esto pasará, evidentemente, con Tom.
Otro de los momentos interesantes es cuando por primera vez Tom 'consolida' su relación con Summer. El baile surrealista de Tom (otro videoclip dentro de la película pero esta vez integrado de muy buena manera, y con un estilo a la Gene Kelly) construye una idea sobre lo que ese amor es para Tom: una fantasía maravillosa, que lo eleva y le hace sentir que cualquier sueño es posible. En este punto citamos una crítica que rescata con gran ironía una aparición especial:
(...)and it has Han Solo in it, so it’s also the best Star Wars movie since Return of the Jedi.
Hay otras escenas que de la misma manera demuestran una unión estrecha entre música e imagen. Por un lado, una canción extradiegética lentamente se funde con el golpeteo de una pelota de tenis sobre el piso, levantando al protagonista de su letargo prolongado. Por otro lado, ha llamado nuestra atención que el momento crítico de desamor para Tom esté musicalizado con la voz de Regina Spektor chillando y resonando como puñaladas que se le clavan en el pecho, lo que puede ser una clara, o forzada de nuestra parte, referencia a la famosísima escena de Psycho en la ducha. Jugando en paralelo a este detalle, hay una mención al principio de la película a "Sid y Nancy", y después del momento crítico un dibujo que hace Tom de Summer sosteniendo con su mano un cuchillo que chorrea sangre, y un cuerpo que yace desangrado al fondo.
La escena de ese momento crítico termina con más puesta en escena: el director apela al plano vertical mostrando al protagonista bajar por las escaleras, recurriendo a la idea de que "lo bajo" representa lo negativo, lo depresivo. Al salir del edificio, la ciudad, su mundo, aparece dibujada y se va borrando de a poco (tal como él había borrado sus bocetos de estudiante frustrado de arquitectura). Su mundo se borra, hasta su cuerpo se hace sombra y su silueta se desvanece también, todo por este "efecto Summer". Luego sigue habiendo un efectivo simbolismo cuando el personaje retoma su vida y diseña y dibuja su ciudad en una pared de su departamento.
Todos estos aspectos construyen una película que en todo momento privilegia la puesta en escena (cómo se cuenta) por sobre la fábula (qué se cuenta). Desde un principio que se reduce el relato a una simple historia sobre el amor hasta la desfragmentación y presentación no lineal ni continua de los sucesos. En este sentido y desde una concepción clásica del cine, hay una ambición ciertamente artística en el film. Es difícil determinar si llega a ser arte o es por el contrario una mera recopilación de recursos de lenguaje cinematográfico junto a algunos lugares comunes del cine industrial o intervenciones excesivas del ego del director.
Sin embargo creemos, a diferencia de esta videocrítica*, que los recursos de lenguaje cinematográfico son variados y valiosos. La película en su totalidad está lejos de ser una típica de las "comedias románticas" de la época y hay escenas como la comparación a imagen dividida entre las expectativas de Tom y su realidad que aunque no sean magistrales son, en los tiempos que corren, dignas de ver.


*el señor parece caer en el "efecto Zooey". No sólo él, más de un crítico o espectador ha rescatado como primera y principal virtud la belleza de Zooey Deschanel, detalle que a nuestro entender es absolutamente marginal (no su actuación porque está muy bien, pero de la misma manera que la de Joseph Gordon-Levitt). Este señor, en su aparente elocuencia se olvida del lenguaje cinematográfico y privilegia un contenido que tampoco recuerda (dice que el primer gran error es que las canciones diegéticas y la música en las que se apoya la película para construir el vínculo entre los protagonistas desaparece luego de los 15 minutos. Al contrario, se encuentran en todo momento situaciones donde los personajes van a un karaoke, tararean juntos, luego lo vuelven a hacer para remarcar la fortaleza de la relación, hablan sobre canciones de The Beatles y sobre Ringo Star, aparece una caricatura de dicho músico, más remeras de bandas que usa Tom, Carla Bruni sonando en el auto mientras se ríen y ella tararea una parte, luego Tom escuchando música con sus auriculares mientras dibuja, etc.) Por otro lado acusa con la aparición en seguidilla de los clichés de todas las comedias románticas, pero no ejemplifica. Luego cuestiona los valores que declama la película con respecto a la concepción del amor, con lo cual podemos coincidir (no con lo que dice de la familia porque no sabemos de dónde lo sacó) porque no nos pareció demasiado coherente el final y porque sí, sería interesante que se postule una idea diferente del amor. La cuestión es que ésta es la idea que tiene Webb, y la relata bien, nos guste o no.

6 comments:

Ludmila Iara K dijo...

sabés qué? no es mala pero a mi me pareció que tenía mucho (muchísimo) guiño snob al pedo. desde juno que noto que se hacen películas para ciertos públicos y... no sé, aburren. son buenos estudios de mercado peeeeeero...

igual antes que estos vino wes anderson. que rompe y seguirá rompiendo traseros :)

val dijo...

Sí, pueeeeede seeeer eso que decís de los guiños snobs, hay cosas que de repetirlo es más excesivo y redundante que estilo.

Juno no me parece nada excepcional. Wes Anderson me gusta, sí :D No sé qué onda Fantastic Mr. Fox, no la vi.

Igual teneme piedad que soy principiante y medio naba, para analizar una de Wes creo que necesito un par de años más, jaja.

Pat- dijo...

Tiene muchas cosas parecidas a la pelicula argentina El Amor, Primera Parte.

Buena crítica!

val dijo...

No vi esa, Pat, ¿qué tipo de cosas son parecidas? O sea, ¿en el nivel de la puesta en escena o de la historia? ¿Vale la pena verla?

¡Gracias! :^)

Pat- dijo...

Es también una historia de una pareja, y las etapas de su relación. Pero tal vez el guiño más reconocible es la parte "científica", en la quete digo yo hay esquemas explicativos por ejemplo de qué le pasa al cerebro cuando estamos enamorados :P La pelicula es bastante anterior a 500 Days... bajala! =)

SirThomas dijo...

A mi me gustó la película y punto (para análisis de los subliminal, no me da).

Si agrego que, en ciertos ámbitos, creo que se la sobrevalora un tantito a Zoey; bien por ella que ocupó un lugar en el "mundo del cine", no digo que sea mala actriz, ni nada, pero que a veces se la elogia por demás (tampoco digo que sea tu caso).

Saludos.

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