Como todavía faltan unos cuantos meses no nos pueden acusar de oportunistas cual telefé que pasa "Harry Potter 2" algunos días antes del estreno en cines de la 3. Porque además es mera casualidad que hayamos visto Inside man recién ahora y que vaya a salir la secuela en el transcurso del año.
Para ir acomodando al espectador en una butaca genérica se promete un perfecto robo a un banco. Dalton Russell (Clive Owen) se presenta de frente a la cámara, en un plano cercano que equilibra la falta de presencia de su cara en gran parte de la película y se jacta de la simpleza de las razones de su plan: ¿por qué lo hace? Porque puede. Deja al desarrollo de la trama la explicación del cómo. No sabemos a ciencia cierta si hay actor más duro que Clive Owen, pero por una vez terminó la película a salvo de esta crítica.
Van pasando los minutos y el escenario es más parecido a una situación de rehenes que a un robo estratégico común. Todo resulta confuso y sobretodo, overoles azul oscuro y pañuelos en la car- quiero decir, sobre todo, intrigante. Cada maniobra de la banda dentro del banco genera un manto de perplejidad interesante.
Pero aparece el detective Frazier, el Denzel Washington de sieeeempre, acá como detective en decadencia que está siendo investigado por el robo de una gran cantidad de dinero, para hacer de mediador con los "ladrones"; el personaje aburre y se vuelve predecible, uno ya ha visto a Denzel Washington en este tipo de roles y siempre le sucede más o menos lo mismo y siempre actúa igual.
Más allá de la infortuna elección del actor para un personaje no construido en profundidad, la dinámica con nula emoción entre éste y los demás miembros de la escuadrilla policial (los principales, interpretados por Willem Dafoe y Chiwetel Ejiofor) y la pausada y aburrida estrategia de negociación, hay un acertado manejo del suspenso al presentar en paralelo ciertos personajes que no se entiende bien cuánta importancia tendrán en la historia: el dueño del banco, interpretado con corrección por Christopher Plummer, y la misteriosa Sra. o Srta. White (Jodie Foster, en un papel poco jugado pero creíble) que trabaja por encargo del dueño del banco para negociar con los ladrones de manera sutil y con clase la protección de un bien extremadamente preciado por el ricachón.
Al mismo tiempo, y durante toda la película, se presentan fragmentos de los interrogatorios realizados por el detective Frazier y su compañero a muchas de las personas que estuvieron dentro del banco ese día, pero con una incertidumbre primitiva sobre el rol que los interrogados habían tenido en esa situación.
Luego de la inesperada resolución del conflicto, las dudas continúan para el detective Frazier. Se pone la investigación al hombro y vuelve a recordar a personajes y escenas ya vistas demasiadas veces.
La dirección está bien, y la música que ha sido acusada de bollywoodense aporta al ritmo estratégico e intelectual del robo. Pero creemos que Spike Lee planeó mucho mejor el robo al banco que lo que planeó la película misma.
2 comments:
Sabía que la ibas a crucificar. Igual te portaste bien.
:)
Jaja no la crucifiqué (A). Igual voy a pispearla de nuevo para darle una chance más a Spike.
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